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Interacciones aurales IV. Cordones de luz

En los artículos anteriores vimos dos de las formas en que los seres humanos interaccionamos en el cuarto nivel aural o mundo astral; una es la inducción de frecuencias o interacción a través del campo y otra es la interacción energética a través de los flujos bioplasmáticos. En este cuarto y último artículo de la serie sobre interacciones aurales os hablaré sobre los cordones de luz, otro de los elementos con los que nos relacionamos energéticamente a nivel astral.

 
Cordones de luz
Los cordones de luz son líneas energéticas que conectan un chakra con el mismo de otra persona, esto es de sacro a sacro, de plexo solar a plexo solar, de corazón a corazón, etc. Esta conexión tiene lugar en el cuarto nivel aural, por lo que trasciende el tiempo y el espacio; un cordón se puede crear en la vida presente pero también puede haberse creado en una vida distinta (lo que llamaríamos vida pasada según nuestra percepción lineal del tiempo histórico, aunque en realidad todas las vidas suceden simultáneamente) y mantenerse a través de distintas encarnaciones ya que no desaparece al cruzar el umbral de transformación que supone la muerte.


Los cordones nos conectan íntimamente a la otra persona, por lo que tienen una profunda influencia en nuestras relaciones, independientemente de si están dañados o sanos, claro que si el cordón está sano influirá positivamente en la relación mientras que si está desgarrado, debilitado o incluso enredado, hará que la relación se resienta. Al mismo tiempo una relación disfuncional causará daños en los cordones que unen a esas dos personas, ya que la influencia se produce en las dos direcciones.

Tipos de cordones
Existen distintos tipos de cordones según a quien (o a que) nos conecten. Unos son los cordones del alma, que nos conectan a nuestro propio Yo Superior, a nuestra esencia; estos cordones nos unen también a nuestros guías y al hogar del que procedemos. Otros codones nos mantienen conectados a las que llamaríamos vidas anteriores (para entendernos, ya que como dijimos en realidad todas las encarnaciones suceden de forma simultánea), estos cordones nos unen a personas con las que compartimos otras vidas pero los mantenemos en nuestro sistema energético; el tratamiento de estos cordones nos puede ayudar a recordar vidas pasadas o futuras.

También existen los cordones genéticos, que nos conectan a nuestros padres desde todos los chakras. Estos cordones son tremendamente importantes ya que surgen al principio de la vida y nos sirven como patrón para los que crearemos más adelante al establecer las relaciones con otras personas. 

El primero que surge es el que une a la madre y al hijo desde el chakra corazón; esta conexión se establece antes incluso de la concepción, después de crearse el cordón la madre abre su chakra corazón, activa el timo para que el hijo se conecte (es decir, el alma que será su hijo) y entonces, solo entonces, es posible la concepción. Después irán surgiendo todas las demás conexiones entre la madre y el hijo y entre el padre y el hijo, de manera que el hijo actúa también como conexión energética entre los padres a nivel aural. 

De la misma forma estamos conectados indirectamente a nuestros hermanos, abuelos, resto de la familia, ancestros y finalmente al resto de la humanidad. Sobre estas conexiones se podría escribir mucho más, pero en este articulo nos limitaremos a decir que estos cordones están cargados con la información genética de todo nuestro linaje y que por ellos se heredan también las enfermedades congénitas (cuando se dan problemas en estas líneas energéticas).


Pero a nuestros padres no solo estamos unidos por medio de los cordones genéticos, también nos conectan a ellos los cordones relacionales; desde el comienzo de nuestra vida establecemos una relación con cada uno de nuestros progenitores, y esas relaciones están marcadas por los cordones relacionales que nos unen, al mismo tiempo que el estado de estos cordones determina la salud de esas relaciones. Cuando el hijo madura, los cordones también lo hacen, y si parten de un estado sano, fuerte y estable esa persona establecerá relaciones sanas, fuertes y estables. El hijo copia los cordones del padre en sus relaciones con otros hombres, creando cordones similares con ellos, al tiempo que copia los de la madre para establecer relaciones con otras mujeres y generar cordones similares a los iniciales.

Los cordones relacionales también se establecen entre personas que no son de nuestra familia, entre amigos (o enemigos), entre amantes, compañeros y conocidos. Solo nos unen a otras personas cuando ambas partes lo han permitido (lo que no siempre ocurre a nivel consciente, es un acuerdo energético). Cuando esos cordones están sanos, presentan un aspecto brillante, activo, flexible y a través de ellos se establecen relaciones de confianza, comprensión y libertad mutuas. En cambio cuando los cordones no están sanos, aparecen a la visión extrasensorial como líneas de energía oscuras, apagadas y quebradizas, de aspecto a veces espeso, viscoso y otras veces rígido; estos cordones establecen relaciones marcadas por la inflexibilidad, insanas, de dependencia y que normalmente acaban estancadas o se rompen.


En una relación sana, los cordones transmiten entre las dos personas implicadas energía vibrante y positiva, se nutren, apoyan e inspiran mutuamente, sin embargo en el caso de una relación insana, una o ambas personas utilizan los cordones que les unen para manipular, impedir que la relación cambie, controlar, mantener un estado de inflexibilidad y absorber la energía del otro. Esto no ocurre desde todos los chakras ya que, exceptuando las relaciones intimas de pareja, los cordones relaciones no se establecen desde todos los centros energéticos; se suelen dar especialmente entre los chakras Plexo Solar y a veces también entre los chakras del Corazón.

Qué energía transporta cada cordón
Como cada cordón conecta un determinado chakra de nuestro cuerpo astral, es lógico que cada cordón transporte la energía relacionada con ese centro energético. Así, los cordones que brotan de nuestro primer chakra o Raíz, están relacionados con la estabilidad de la relación y también con nuestra voluntad de vivir en el cuerpo físico en el que hemos encarnado; este cordón no solo se puede conectar con el chakra Raíz de otras personas sino que también puede unirnos al centro de la Tierra y ayudarnos a sentir más enraizados, más estables y conectados con el mundo físico, además de permitirnos extraer energía terrestre para recargar nuestro sistema.

Los cordones que se generan desde el segundo centro o chakra Sacro, están relacionados con nuestra capacidad de disfrute de la vida en las relaciones sexuales y sensoriales que establecemos con otras personas. Cuando uno de estos cordones está suelto, a veces es conveniente conectarlo con nuestro propio sistema endocrino para realinearnos con nuestra propia creatividad y sentido de abundancia vital o con el niño interior, con el que está relacionado este centro energético.

Los cordones que parten del tercer chakra o Plexo Solar muestran la claridad en la relación pero también están relacionados con la forma en que cuidamos de nosotros mismos y de los demás. Cuando alguno de estos cordones está en mal estado o desenganchado (esto ocurre, por ejemplo, cuando en la niñez no han cuidado bien de nosotros) a veces es necesario reintegrarlo en nuestra Estrella Núcleo para recuperar nuestra identidad verdadera y reconocer nuestro sentido y lugar en el mundo, aspecto con el que también se relaciona este centro.

En cuanto a los cordones que se generan desde el cuarto chakra o Corazón, portan la energía del amor en todas sus facetas pero también reflejan el equilibrio entre el amor y la buena voluntad en la relación. Si existe mala voluntad en una relación, este cordón presentará daños y nos impedirá en gran medida experimentar el amor incondicional. Cuando el cordón esta suelto puede ser conveniente reconectarlo con el propio corazón o con la glándula timo.

Los cordones que brotan del quinto chakra o centro de la Garganta son especialmente importantes en la comunicación entre las personas que conectan ya que este centro energético no solo está relacionado con la comunicación sino con la verdad; si existen mentiras en la relación, este cordón presentará un aspecto débil o dañado. Este aspecto afecta tanto al dar como al recibir esas verdades o mentiras. El estado de estos cordones también están relacionado con la confianza en la voluntad suprema de la relación, esto es su objetivo trascendental.


Los cordones generados a partir del sexto centro o chakra Pineal están relacionados con el amor desde una perspectiva espiritual y muestran si las personas unidas por estas líneas energéticas reconocen al ser amado como un ser de luz, un ser inmortal de energía trascendental o no. Por último, los cordones del séptimo chakra o Corona reflejan nuestra capacidad para integrar el mundo físico y espiritual en las relaciones que mantenemos. Unos cordones del séptimo chakra en óptimas condiciones nos ayudan comprender el modelo perfecto de una relación.

Problemas con los cordones de luz
El hecho de que existan estos cordones es totalmente natural, de hecho cuanto mejor es una relación más fuertes y brillantes son los cordones. El problema viene cuando uno o varios de estos conectores se encuentran dañados; un cordón podría estar deteriorado a causa de una relación insana, incluso podríamos haberlo arrancado sin ser conscientes de ello para evitar la conexión con esa persona que nos perjudicaba. Al desenganchar un cordón, éste puede quedar suspendido en nuestro cuerpo energético o incluso enredarse en el chakra del que sale y causar un problema aún mayor. Otros daños que pueden presentar los cordones consisten en estar debilitados, desgarrados o bloqueados en alguna de sus partes.

Veamos con más detalle en qué problemas puede derivar un problema en cada uno de los centros energéticos:  
  • Dependiendo de cuál sea el daño en el cordón la consecuencia para la relación será distinta, sin embargo por lo general un daño en un cordón que parte del chakra Raíz suele derivar en problemas de falta de enraizamiento o de estabilidad, miedo a la vida física o escasa voluntad de vivir, debilidad física o falta de energía. 
  • Un cordón del chakra Sacro en mal estado puede dar problemas de todo tipo relacionados con la sexualidad. 
  • El daño en los cordones del Plexo Solar suele derivar en problemas de conexión con el entorno y falta de sentido de nuestro lugar en el mundo, falta de propósito. 
  • Un chakra Corazón con cordones dañados puede reflejarse en la existencia de relaciones de pareja insanas o incapacidad para sentir amor, además de problemas cardiacos físicos. 
  • Un cordón del chakra Garganta en mal estado provoca problema de comunicación y dificulta el cumplimiento del objetivo de la relación, lo que desemboca en dolor, pero puede también ocasionar problemas físicos como hipertiroidismo, desviación del cuello o afecciones pulmonares. 
  • Los cordones del chakra Pineal, cuando están dañados, impiden que podamos amar desde una perspectiva espiritual y pueden generar desde dolores de cabeza y confusión hasta problemas en el aprendizaje y esquizofrenia. 
  • Finalmente, unos cordones dañados partiendo del chakra Corona suelen desembocar en depresión y trastornos mentales de diversa índole, en la relación reflejan una incapacidad para comprender la perfección en las relaciones, y también pueden provocarnos la sensación de estar atrapados en un cuerpo sin conexión espiritual ya que el daño en estos cordones dificulta nuestra conexión con las realidades superiores.
Tanto daño hace un cordón en mal estado a la relación como una mala relación al cordón correspondiente, y no importa de dónde proceda el comportamiento que provoca el daño, éste se dejará sentir en la relación y por tanto afectará por igual a ambas partes. 


Los cordones se pueden limpiar, reparar, reconectar y sanar a través de distintas técnicas de sanación energética, entre ellas la sanación akáshica, pero hay que recordar que nuestra mejor herramienta para conseguir tener unos cordones sanos es nuestra propia conciencia y la voluntad de mejorar nuestras relaciones, darnos cuenta de cómo nos estamos comportando con respecto a esa persona o cómo estamos reaccionando al trato que nos dan o cómo no estamos cuidando una relación, ser conscientes de cómo estamos dañando nuestros cordones y tratar de mejorar la situación desde una perspectiva sana y sincera. Recordad que en vosotros mismos está el poder de vuestra propia energía y la clave de la sanación.