En los artículos anteriores vimos dos de las formas en que los seres humanos interaccionamos en el cuarto nivel aural o mundo astral; una es la inducción de frecuencias o interacción a través del campo y otra es la interacción energética a través de los flujos bioplasmáticos . En este cuarto y último artículo de la serie sobre interacciones aurales os hablaré sobre los cordones de luz, otro de los elementos con los que nos relacionamos energéticamente a nivel astral. Cordones de luz Los cordones de luz son líneas energéticas que conectan un chakra con el mismo de otra persona, esto es de sacro a sacro, de plexo solar a plexo solar, de corazón a corazón, etc. Esta conexión tiene lugar en el cuarto nivel aural, por lo que trasciende el tiempo y el espacio; un cordón se puede crear en la vida presente pero también puede haberse creado en una vida distinta (lo que llamaríamos vida pasada según nuestra percepción lineal del tiempo histórico, aunque en realidad todas las vidas suceden sim
En el artículo anterior de la serie hablamos de una de las formas en que interactuamos en el cuarto nivel aural, que es la inducción de frecuencias; vimos cómo unos campos energéticos afectan a otros durante la interacción y cómo podemos proteger y reforzar nuestra aura de manera que no seamos tan fácilmente influenciables a nivel energético. En el presente artículo veremos otra de las formas en que compartimos energía durante las relaciones. Los flujos bioplasmáticos Otra de las formas en que interactuamos energéticamente es a través de los llamados “flujos de bioplasma”. Éstos son emanaciones energéticas que desprende nuestra aura y que la visión del campo astral percibe como corrientes fluidas de luz de diversos colores. Estos flujos pueden presentar diversas formas, colores e incluso texturas dependiendo del tipo de interacción que estemos experimentando, de los pensamientos y emociones implicados en la comunicación. Cuando nos relacionamos con alguien que nos gusta y de forma pos