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Circuitos radiantes: El Flujo Regulador

En los anteriores artículos hemos visto circuitos radiantes que funcionaban también como meridianos y/o que trabajaban en conjunto, como el caso del tándem Central-Gobernador y del Bazo-Triple Calentador. En este artículo hablaremos de un flujo que es únicamente C.R. y que trabaja de forma independiente, por decirlo de alguna forma ya que siempre debemos tener presente que todo en el sistema energético está conectado y cada parte afecta a las demás. 
 

Conocer el Flujo Regulador
Este circuito puede verse como un resplandor de un azul intenso mezclado con matices plateados que recorre el cuerpo desde la cabeza hasta los pies trazando la forma que veremos más adelante.
 

El flujo regulador, como su nombre indica, se encarga de regular en todos los sentidos y a distintos niveles; a nivel físico regula el sistema circulatorio, el sistema inmune y el hormonal, lo que significa que al estar encargado de estabilizar las hormonas regula también nuestros estados de ánimo. A nivel mental y emocional también ayuda a lidiar con los traumas y a adaptarse a los cambios. Cuando este circuito funciona correctamente, las cosas nos parecen más fáciles y ligeras, y nuestro buen ánimo nos lleva a observar la vida de una forma más liviana.

Técnicas para estimular el flujo regulador
Para que las energías de este circuito fluyan adecuadamente podemos empezar trazándolo y continuar con algunos ejercicios específicos.

Para trazar el flujo regulador colocamos las manos tapando los ojos, las puntas hacia arriba y los pulgares en la mandíbula; trazar un corazón en la cara subiendo las puntas de los dedos por encima de las cejas y bajando por los lados, seguir por la parte delantera del cuello hasta el pecho; abrir hacia fuera, abrazar los brazos hasta que las palmas sostengan los codos, volver al pecho, abrir hacia fuera por el pecho y bajar hasta las caderas, seguir por la parte interna de las piernas hasta llegar a los pies y apretar los lados del medio del pie (esto afecta a los meridianos del bazo y de la vejiga), para terminar soltando hacia delante o, si se prefiere, volver a subir a lo largo del meridiano del bajo y golpetear los puntos finales de éste para estimular su circulación.

Este circuito tiene una parte Yin (delantera) que es la que acabamos de trazar, y una parte Yang (trasera) que se puede trazar de la forma siguiente:

Desde el extremo exterior del ojo rodeamos la oreja y bajamos por el lado del cuello (como cuando sedamos el meridiano del Triple Calentador); abrazamos los brazos y al llegar al pliegue medio del brazo presionamos un poco con la punta de los dedos; desde las caderas vamos bajando por la parte posterior de las piernas hasta salir por la parte delantera de los pies. Se puede subir de nuevo por el meridiano del bazo y golpetear los puntos finales.

Otros ejercicios útiles y muy sencillos para estimular este flujo son:
  • Estirar el cuello colocando una mano en la mandíbula y otra en la base del cuello y tirar en sentidos opuestos, haciendo esto a lo largo de toda la parte frontal. Es muy bueno también para abrir y desbloquear las cámaras del chakra de la garganta.
  • Dar pequeños pellizquitos a lo largo y ancho del cuello; es lo que Donna Eden llama “spindle cell pinch” (esta técnica se suele utilizar en medicina energética para tratar pequeños dolores y molestias, con ello damos a nuestras propias células la indicación de que el dolor ya no es necesario en esa zona, pero como vemos también se puede usar para estimular el flujo regulador)
  • Estirar el empeine del pie moviendo éste hacia delante y hacia atrás.
  • Presionar la almohadilla del pie entre el pulgar y el segundo dedo.
Si practicamos algunas de estas técnicas (¡o todas!) diariamente, lo que nos ocupa escasos minutos de nuestro tiempo, conseguiremos mantener este importante circuito radiante funcionando adecuadamente y por tanto tanto nuestra salud física como nuestro estado de ánimo mejorará considerablemente.

En el siguiente artículo os hablaré del Flujo del Puente, un circuito que se encarga fundamentalmente de conectar las distintas partes de nuestro sistema energético.