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Circuitos radiantes: el Flujo Penetrante

El último circuito radiante del que hablaremos en esta serie de artículos, el llamado Flujo Penetrante. Este circuito está directamente relacionado con la profundidad y fuerza con la que sentimos, con lo permeables que somos a las influencias de nuestro entorno, si las energías que hay en éste consiguen traspasarnos y afectarnos de una u otra forma o si por el contrario la mayor parte de lo que hay a nuestro alrededor “nos resbala” y no consigue traspasar la barrera de nuestro cuerpo etérico.
 

Conocer el Flujo Penetrante
Este flujo se visualiza como unas líneas de luz en tonos rojizo-púrpura que conectan la parte delantera y la posterior del chakra sacro pasando por la cintura, que a su vez asciende un poco por la espalda desde el remolino energético que describe en el coxis mientras que por su parte delantera recorre el torso desde el remolino a la altura del sacro subiendo hacia la barbilla, donde describe un arco por encima del labio superior. El recorrido de este circuito es un poco difícil de describir, pero os dejo la imagen donde podréis ver muy bien el trazado tanto por delante como por detrás.

Las energías que maneja este flujo tienen mucho que ver con nuestra capacidad para permitirnos sentir alegría, disfrute, apreciación hacia todo lo que nos circunda. Cuando más sano y activo está este circuito, más fácil nos resultará experimentar estas sensaciones y más profundos serán nuestros sentimientos.

Técnicas para estimular el Flujo Penetrante
Para armonizar este flujo podemos masajear el mingment point (punto por encima del coxis) firmemente pero con suavidad; este punto está situado en la parte posterior de este circuito, al igual que los puntos eléctricos, a ambos lados en la base de la nuca, que también pueden masajearse suavemente para activar el Flujo Penetrante.

Otro ejercicio que reactiva este circuito radiante es trazar su recorrido con un imán (recuerda utilizar siempre la cara Norte), o con una piedra que ayude a mover la energía como un cuarzo transparente, una turmalina negra (más para limpiar el flujo) o una selenita.

El simple hecho de respirar profundamente mientras desplegamos en nuestros labios una sonrisa radiante ayuda a poner en marcha un Flujo Penetrante que no está funcionando plenamente. También puedes sostenerte la barbilla, ya que con el pulso electromagnético de sus manos o tus dedos mueves la energía del flujo que pasar por esta zona, o poner un dedo en los labios como si pidieras silencio.

Finalmente un ejercicio muy sencillo pero muy poderoso a la hora de fortalecer el Flujo Penetrante es agradecer; antes de dormir haz un pequeño (o largo si lo prefieres) repaso del día y agradece todo lo que la vida te ha dado o te ha ayudado a aprender o te ha permitido conseguir, o al despertar por la mañana agradece la vida que se extiende ante ti un día más, todas las oportunidades de disfrutar de la vida que están a punto de producirse. Las energías que mueve el agradecimiento son intensas y no solo sirven para reactivar y energizar este circuito radiante sino para ayudar a llenar tu vida de más y más cosas que agradecer porque, como ya te habrás dado cuenta, lo similar se atrae 😉
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Espero que esta serie de artículos dedicados a los Circuitos Radiantes te haya ayudado a entender mejor tu sistema energético y a comprender cómo se mueven y actúan estas energías. El resto es cosa tuya, practicar los ejercicios que te propongo para reactivar estos flujos y aprovechar al máximo su poder es algo que solo depende de ti.

¡Hasta el próximo artículo!