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Circuitos radiantes: el Flujo del Cinturón

El Flujo del Cinturón, del que hablaremos en este artículo, es al igual que el Flujo del Puente un conector. Veamos qué partes de nuestro sistema energético conecta este circuito radiante y cómo podemos hacer que funcione a plena potencia.
 

Conocer el flujo del cinturón
Este flujo se visualiza como una banda de resplandor verde que rodea nuestra cintura, de ahí el nombre.
Este circuito actúa como conector entre la parte superior y la inferior de nuestro cuerpo a todos los niveles; no solo conecta los elementos físicos de ambas partes del cuerpo sino también los chakras superiores con los inferiores, así como mente (arriba) e instinto (abajo) equilibrando la tendencia de estar muy enfocado en lo mental o demasiado centrado en lo instintivo. Además, armoniza todos los meridianos del sistema de canales y nos ayuda a enraizarnos.

Técnicas para estimular el flujo del cinturón
Para armonizar este flujo podemos hacer el trazado comenzando con los pulgares en la parte posterior de la cintura y arrastrándolos hacia delante; repetimos este movimiento tres veces y después colocamos ambas manos a un lado de la cintura, las arrastramos hacia el lado opuesto y bajamos por la pierna para acabar sacando la energía por el pie. Luego hacemos lo mismo con el lado contrario.

El flujo del cinturón se puede ver beneficiado si realizamos estiramientos de toda la zona de la cintura, ya que así abrimos espacios para que la energía fluya. Para ello colocamos una mano por encima de la línea de la cintura y la otra mano justo por debajo en la misma zona, y tiramos en sentidos opuestos, como vimos en el ejercicio del estiramiento del cuello pero ahora en la cintura. Repetimos este movimiento por toda la cintura.

También podemos usar un sencillo ejercicio de medicina energética llamado Connecting Heaven and Earth (conectando cielo y tierra) para estimular las energías del flujo del cinturón. De pie y con las palmas juntas (posición de rezo), mientras aspiramos extendemos una mano hacia arriba con la palma hacia el cielo y la otra mano hacia abajo con la palma hacia el suelo, mantenemos el aire dentro unos segundos y luego expiramos lentamente mientras volvemos a la posición inicial con las palmas unidas. Hacemos lo mismo al otro lado y repetimos dos veces más en cada lado. Finalmente dejamos caer el tronco suavemente hacia delante dejando los brazos lasos y respiramos. Vamos subiendo lentamente mientras hacemos como si enrolláramos el aura hacia dentro; al llegar arriba bajamos los brazos describiendo un arco por fuera.

Este ejercicio no solo activa el flujo del cinturón, también abre los meridianos (ayuda especialmente al meridiano del bazo), expulsa de nuestro sistema energías tóxicas e integra los hemisferios derecho e izquierdo, además de resultar increíblemente relajante y renovador.