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Circuitos radiantes: el Flujo del Puente

Al igual que en el último artículo, en éste hablaremos de un flujo que funciona exclusivamente como circuito radiante: el Flujo del Puente. Este C.R. es el conector por excelencia, de ahí su nombre.
 

Conocer el Flujo del Puente
Este circuito presenta un resplandor de tonos lavanda y frambuesa que fluyen por todo el cuerpo en su parte delantera y trasera.
 
A este flujo se le llama “del puente” porque su labor fundamental es la de conectar: conecta nuestras energías femeninas con las masculinas, nuestra parte Yin con la parte Yang, la parte delantera del cuerpo con la trasera y todos los elementos físicos y energéticos implicados. A un nivel superior nos conecta también con nuestra propia sabiduría interna y con nuestro Ser.

Pero este flujo no solo actúa de puente dentro de nosotros, también nos conecta con el exterior, con el entorno y con todas las cosas que hay en él, además de enlazarnos con las personas a nuestro alrededor. Por esto último es el flujo que se encarga de la comunicación entre individuos, del amor y de los intercambios ya sea de información o de energía. Un flujo del puente en buen estado nos permite disfrutar de una buena conexión con todo lo que nos rodea y de unas relaciones sanas.

Técnicas para estimular el flujo del puente
Para activar las energías de este flujo podemos trazarlo tanto en su parte Yin o delantera como en su lado Yang o trasero. Para trazar el flujo del puente por delante, empezamos en el punto de la cabeza por encima de la nuca (power point), subimos por el centro de la cabeza hacia delante y bajamos por la cara cruzando los pómulos, seguimos por el cuello y a la altura de la clavícula cruzamos las manos y pateamos los puntos K27 (del meridiano del riñón), juntamos los dedos bajando hasta el esternón y desde allí subimos describiendo un corazón en todo el torso con el vértice inferior en el ombligo; bajamos por la parte delantera de las piernas hasta el interior de los pies y la planta y estiramos la espalda y las piernas. Desde allí podemos volver a subir por el meridiano del bazo.

Para trazar la parte trasera empezamos masajeando los puntos eléctricos (puntos en la cabeza por encima de la nuca) y bajamos por el cuello hasta los omóplatos, trazamos (o imaginamos) un corazón en la espalda o bien la figura del 8 en horizontal a lo largo de toda la espalda hasta el mingment point (punto por encima del coxis); bajamos por las caderas, la parte posterior de las piernas, y terminamos por la parte delantera de los pies. Podemos volver a subir por el meridiano del bazo.

También se pueden realizar otros ejercicios para estimular las energías de este circuito, como trazar la figura del 8 por todo el cuerpo o describir un corazón en el torso como vimos anteriormente; este último se puede trazar tres veces y combinar con otros tres corazones en la cara (como vimos en el circuito regulador) y otros tres en todo el cuerpo, con el vértice al nivel de los pies. Este ejercicio es lo que se llama “los 9 corazones” y combina las energías del flujo del puente con las del regulador.