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Los tres tesoros y las tres mentes

En el artículo Nivel del Hara: alinearse con la misión vital que publicamos hace unos meses y que estaba dedicado al nivel del hara, mencionábamos el Tantien inferior, uno de los elementos que forman parte del cordón dorado. En este artículo hablábamos muy resumidamente sobre este punto energético:

El tercer punto es el Tantien Inferior; situado a unos 2,5 – 4 centímetros por debajo del ombligo, presenta el aspecto de una bola de luz dorada de unos seis centímetros de diámetro recubierta por una membrana. Aquí almacenamos la energía vital pero también contiene nuestra voluntad de vivir en el cuerpo físico.



En este mismo nivel encontramos dos tantiens más formando un sistema triple del que vamos a hablar con más detalle en este artículo.

Los tres tantiens, el inferior, el medio y el superior, son repositorios de energía, funcionan como puntos de almacenaje para tres tipos distintos de energía; según las enseñanzas taoístas una de estas energías es la esencia o Jing, otra es la energía vital o Qi y la tercera es el espíritu o Shen. Las tres son lo que el taoísmo denomina “los tres tesoros”. Veámoslos con más detalle.

Los tres tesoros
Existen tres tipos de energía que traemos con nosotros y que almacenamos, reponemos y usamos a lo largo de nuestra vida; esos tres tipos son la energía Jing, la energía Qi y la energía Shen. Juntas forman los tres tesoros.

Jing, la energía esencial
El Jing es la energía esencial en el sentido de que de ella estamos formados en esencia. Al nacer obtenemos una cierta cantidad de esta energía pero a lo largo de la vida vamos adquiriendo más a través de los alimentos que ingerimos y del agua que bebemos, aunque también la desperdiciamos, por ejemplo con la mala alimentación y el estrés. Esta energía se conoce también como el Qi Original y se almacena en el Tantien inferior.

Qi, la energía vital
El Qi es la energía vital que nos anima, la fuerza primordial de la vida que activa cada función y maneja cada proceso que tiene lugar en el cuerpo. También nacemos con una cierta cantidad, pero después vamos adquiriendo más a través de la comida, del agua y del aire que respiramos. A esta energía se la llama más concretamente el Qi Adquirido y se almacena en el Tantien medio.

Shen, el espíritu
El Shen es la energía del espíritu, la conciencia inmaterial y el pensamiento pero también el sentimiento y la voluntad, no se trata solo de la parte mental del pensamiento sino de toda forma de conciencia. Es nuestra parte inmortal. A esta energía se la llama también Qi Celeste y se dice que reside en el Tantien superior.

Los tres tantiens 
Los tantiens, también llamados calderos, son los tres lugares de almacenamiento para los tres tipos de energía vistos anteriormente. El término “tantien” viene a significar “campo de cinabrio”, un mineral rojo oscuro compuesto de sulfuro de mercurio que juega un papel fundamental en la alquimia taoísta) El proceso por el cual la energía se almacena y se transforma en los tantiens se puede considerar alquímico, de ahí el nombre. También se les llama “dantiens” y son igualmente conocidos como “las tres mentes”, cada una en un nivel distinto: tierra, humano y cielo.

El tantien inferior

Situado bajo el ombligo y a unos 3cm hacia el interior del cuerpo, almacena el Qi Original, el Jing o esencia. La energía que extraemos del núcleo terrestre se concentra aquí y se puede llevar hasta los palmochakras para sanar por imposición de manos.

Este tantien se considera el segundo cerebro debido a que el comportamiento neuronal del abdomen se asemeja al del cerebro, y funciona al nivel de la tierra, por lo que está especialmente conectado con el planeta. No es extraño entonces que el tantien inferior se corresponda con el centro de gravedad, la base del equilibrio de la persona.

Se asocia a los órganos y glándulas sexuales, y a las funciones de absorción y eliminación de alimentos, que están relacionadas también con la tierra. Este tantien es un punto de unión de los planos físico, energético y espiritual.

El tantien medio
Situado en el centro del pecho, en la base del esternón y también a unos 3cm hacia el interior del cuerpo, almacena el Qi Adquirido, la energía vital procedente del aire que respiramos y los alimentos que ingerimos. Se asocia por tanto a las funciones respiratorias y a la circulación de la sangre.

Este tantien se considera la mente consciente y está asociado al nivel humano, así como a las emociones y la comunicación ya que está vinculado al plano emocional. En este repositorio se almacena el Qi recogido en los otros dos tantiens, es aquí donde se juntas las energías de los tres tesoros. Una vez acumulado en este centro, la energía se calienta con el fuego del corazón y se puede expandir hacia afuera para mezclarse con la energía del entorno; a esto se llama exteriorización del Qi. Si nos encontramos en medio de la naturaleza, al expandirse esa energía se nutre y purifica, para volver renovada al tantien medio.

El tantien superior
Situado entre las cejas, pero no en la frente sino más en el interior de la cabeza, se dice que el tantien superior es donde reside el Espíritu, la energía Shen. Este centro es considerado la mente observadora, el ojo interno, y funciona al nivel del cielo por ser el más elevado de los tres. A través de este tantien se accede a estados de conciencia superiores, por lo que se asocia con la clarividencia (al igual que el chakra pineal o del tercer ojo) y también a la transmutación de la energía mental.

Asociado al cerebro y a los sentidos físicos, gobierna el pensamiento racional, la voluntad y la conciencia ya que la energía almacenada en este tantien es energía mental y conciencia.

Llenar los tantiens
El funcionamiento de estos repositorios de energía es, simplificando, parecido al de los vasos comunicantes; primero debe llenarse el tantien inferior con la energía procedente de la tierra, cuando éste rebosa se va llenando el tantien medio y, cuando éste está lleno, el resto de energía va al tantien superior.

Para llenar el tantien inferior es necesario primero enraizarse y, visualizando, ir llenándolo con la energía que extraemos del núcleo de la tierra. La visualización es tan buen método como cualquier otro, podéis encontrar múltiples técnicas procedentes de distintas disciplinas, escoged la que mejor se adapte a cada uno. Desde ahí podemos visualizar que la energía asciende hacia los otros tantiens o bien, si deseamos utilizarla para sanación, que asciende hacia el pecho y después desciende por los brazos hasta los chakras de las palmas de las manos.

Es importante seguir este orden en el llenado de los tantiens pues, si queremos trabajar con el medio o el superior pero el inferior no está lleno, podemos causar disfunciones en el sistema energético y desestabilizar nuestros niveles de energía haciendo que desciendan. Por ello es necesario mantener el tantien inferior lo más lleno posible con trabajo constante y, por así decirlo, un mantenimiento consciente continuado.