Ir al contenido principal

Bloqueos energéticos: aprender a detectarlos (I)

El sistema energético humano es complejo y abarca todos los aspectos del ser, mental, emocional, energético y espiritual. Esto significa que cuando está sano nos sentimos bien en todos los sentidos; las cosas van bien en nuestra vida, las relaciones que establecemos son armónicas, la creatividad y la abundancia fluyen en nuestro día a día y nos sentimos conectados con nuestro entorno así como con nuestra misión vital, con nuestro lugar en el mundo y el sentido de éste.

En cambio cuando un bloqueo obstruye alguna parte de nuestro sistema energético, los aspectos relacionados con ésta se bloquean también, lo que provoca otras disfunciones que ocasionan a su vez nuevos bloqueos y de esta forma acaba creándose una cascada que impacta tanto psicológica como emocionalmente y que al final termina reflejándose en el plano físico.

Una cascada de bloqueos 
Los bloqueos se transmiten de una capa del aura a otra y de fuera hacia dentro (simplificando y usando términos físicos que nos ayuden a crearnos una imagen), de manera que si tenemos por ejemplo un patrón de pensamiento negativo en la quinta capa del aura (el patrón etéreo), su baja frecuencia afectará a la capa inmediatamente inferior, la cuarta capa del aura o cuerpo astral, reflejándose en una relación discordante ya que esta capa está vinculada a las relaciones que mantenemos con los demás; este problema impactará al cuerpo mental o tercera capa creando pensamientos negativos que, a su vez, generarán emociones negativas en el cuerpo emocional o segunda capa, y éstas afectarán al cuerpo etérico o primera capa del aura en forma de taponamiento energético; finalmente este bloqueo acabará dando la cara en el cuerpo físico en forma de enfermedad.


Un bloqueo puede estar motivado por diversas causas y aparecer en cualquier parte del sistema energético: en una de las siete capas del aura, en un determinado chakra o centro energético, en la matriz etérea de un órgano, que es una capa energética que envuelve cada elemento físico en el interior de nuestro cuerpo, o en uno de los múltiples meridianos de nuestro sistema de canales por el que circula la energía (más información sobre el sistema energético aquí). El efecto que ese bloqueo tenga sobre nosotros dependerá no solo de la naturaleza del problema sino también del lugar en el que se encuentre alojado, del tiempo que lleve allí y de las partes que impacte en nuestro sistema global.

Detectar los bloqueos 
Pero ¿cómo detectar si tenemos un bloqueo? La mayoría de las personas no pueden percibir conscientemente las capas del aura ni ver sus centros energéticos o sentir la energía discurriendo por sus canales (o estancándose). La respuesta es sencilla: con la observación. Siendo conscientes de nuestro estado y observándonos a nosotros mismos conseguimos saber si tenemos un bloqueo, de esta forma podemos incluso averiguar qué tipo de problema es y por tanto en muchos casos seremos capaces de resolverlo con nuestros propios medios.


Ya que cada dolencia tiene su origen en el nivel energético, cuando sientas un dolor físico pregúntate a ti mismo: “¿de dónde viene?, “¿qué estaba haciendo, pensando o sintiendo en el momento en que empecé a sentir el dolor?”. Si estabas experimentando ira quizá el dolor sea el reflejo de un bloqueo en el cuerpo emocional; si estabas pensando en una persona concreta tal vez proceda de un bloqueo en esa relación motivado por un problema en el cuerpo astral; si pensabas en qué hacer con tu vida porque te sientes un poco perdido o desubicado, probablemente guarde relación con el tercer chakra, que nos conecta con nuestro propósito vital, etc…

El objeto del dolor también nos da pistas sobre la procedencia del problema; los chakras están relacionados con ciertos órganos y un bloqueo en un centro energético puede impactar ese órgano o la glándula asociada. Por ejemplo, si el problema físico se encuentra en el hígado, éste puede proceder de un bloqueo en el chakra del plexo solar; una disfunción en el segundo chakra puede impactar a los órganos reproductores; los problemas de tiroides suelen guardar relación con el chakra de la garganta, etc…

De cualquier forma, existen síntomas que nos pueden hacer encender la luz de alarma y ponernos sobreaviso de que podríamos estar experimentando las consecuencias de un bloqueo energético. A continuación y a lo largo de esta serie de artículos sobre bloqueos y cómo detectarlos, encontrarás algunas situaciones que en muchos casos son causadas por un problema a nivel de los cuerpos sutiles o de los centros energéticos.

Cansancio extremo y falta de energía
Si te encuentras más cansado de lo que tu actividad diaria provocaría normalmente, sientes que la energía de que dispones no te da para llegar al final del día en condiciones saludables y notas como si te estuvieran drenando la mayor parte del tiempo, existen muchas probabilidades de que estés sufriendo alguno de los bloqueos que verás a continuación.

Una disfunción energética
Si uno de tus chakras está obstruido, no procesa suficiente energía y por tanto estarás sufriendo esa deficiencia en tu sistema, podría tratarse también de una fuga energética por la que pierdes energía vital o de un taponamiento en algún canal, que impide que la energía fluya adecuadamente.

Una conexión debilitadora
Constantemente establecemos conexiones energéticas con las personas con las que nos relacionamos a diario; algunas de estas conexiones son perjudiciales porque perdemos energía a través de ellas. Éste es el caso de las cuerdas, que son enganches del chakra de una persona al mismo chakra de otra y que son intrusivas y drenantes para quien lo recibe (puedes leer más sobre este bloqueo en el artículo “Lazos de energía”).
Las conexiones compasivas funcionan de forma parecida, pero son flujos de energía que dirigimos a alguien a quien deseamos ayudar y que nos debilitan. Por mucho que tengamos la intención de ayudar, este tipo de “transfusión” energética no ayuda realmente a la otra persona y sí nos perjudica a nosotros.
Otro tipo de conexión es el enganche a una red negativa, ocurre cuando pasamos junto a esta red (las hay por todas partes) y uno de sus “filamentos” se nos enganchan al aura. El ataque psíquico, también llamado Rayo Rojo, es otra conexión intrusiva y debilitadora, la más peligrosa de todas porque se trata de un ataque energético dirigido directamente hacia nosotros; este bloqueo no es frecuente pero puede ocasionarnos no solo un cansancio extremo sino todo tipo de problemas.


Un ataque energético

Normalmente provocado por una entidad negativa no encarnada, ya sea de una densidad superior a la nuestra (para leer más sobre densidades, puedes leer el artículo “La ascensión evolutiva. El cambio de densidad”) o del plano astral, un parásito energético o incluso un alma desencarnada (que comúnmente llamamos fantasma o similar). Las entidades negativas inferiores se pueden enganchar a nuestro sistema con el mero propósito de alimentarse, los desencarnados necesitan nuestra energía para mantenerse en el plano en el que se encuentran atrapados, pero las entidades superiores, además de drenarnos intensamente, pueden inducir en nosotros programas negativos de todo tipo.

Elementos que llevamos “puestos”
A veces, con el propósito de proteger una parte de nuestro sistema energético (normalmente un chakra) nos colocamos una coraza o, en su versión más suave, una costra energética; esto ocurre a nivel del Yo Superior e inconscientemente par la persona. El problema es que, además de proteger, este escudo constriñe y limita nuestra energía, lo que puede provocar cansancio además de obstrucción de la creatividad y de otros aspectos al no poder expresarse la energía de ese centro, por lo que es conveniente retirarlo.
Otro elemento de este tipo es el implante etérico, un dispositivo energético que una entidad superior puede colocar en nuestro sistema con el fin de drenar nuestra energía, obstaculizarla, rastrearnos o incluso condicionarnos (por ejemplo creando programas negativos mentales y/o emocionales).

En el siguiente artículo de esta serie sobre bloqueos veremos otras situaciones que, de reconocerlas, nos ayudarán a identificar bloqueos en nuestro sistema energético. Si no te lo quieres perder, suscríbete al blog y recibirás los artículos cómodamente en tu dirección de email, así como otras noticias sobre energía y novedades en el blog de Merkaba.