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Feng Shui: Energías de Año Nuevo para comenzar un nuevo ciclo


La noche del 31 de diciembre o Noche Vieja en la cultura occidental marca un paso del final de un año al principio de otro, supone un umbral entre el año que dejamos atrás y el nuevo ciclo anual que se extiende ante nosotros. Es por ello un tiempo de renovación, de nuevos comienzos y de refrescar la energía con un nuevo impulso.


Dejando atrás el pasado
Por ello lo mejor que podemos hacer en un momento de transición como éste es descargarnos de viejas energías cargadas de pasado, liberar los bloqueos y abrirnos a lo que el nuevo ciclo nos ofrece. Lo primero será pues limpiar nuestro hogar, deshacernos de las cosas que ya no nos sirven (no hace falta hacer una limpieza intensiva de armarios, pero conviene deshacernos al menos de un par de cosas que no hemos usado por mucho tiempo, que ya no funcionan o han estado estorbando) y asegurarnos de que el flujo de chi puede circular adecuadamente, sin obstáculos.

Dejar entrar la luz y el aire en los rincones que han permanecido cerrados ayuda a que la energía fluya por toda la casa; te recomiendo limpiar los ambientes con inciensos para deshacerte de las energías de baja frecuencia que se han ido acumulando; recuerda que se concentran con más facilidad en los rincones, por lo que conviene prestar a éstos especial atención. 

Puedes usar piedras especialmente indicadas para la limpieza y protección de espacios, como la Turmalina Negra y la Selenita, o colocar algunas tramas de cristales en los lugares más transitados de la casa donde se pueden haber acumulado más energías. Los aceites esenciales frescos te servirán también para energizar y equilibrar, al tiempo que das una nota de olor acogedor y agradable a las estancias. 

Dando la bienvenida a lo nuevo
Una vez nos hemos desprendido del lastre energético, ya estamos preparados para atraer hacia nuestra vida lo que deseamos. Pregúntate si tu hogar refleja lo que deseas y está listo para recibirlo; si no es así, empieza ya a rodearte de cosas que te agradan y te hacen sentir “en casa”, cosas que hablan de ti y de lo que quieres en tu vida; por ejemplo, si deseas atraer un nuevo amor no cuelgues en tu dormitorio un cuadro de una mujer sola y triste (por mucho que te pueda gustar ese cuadro), en cambio puedes colocar en el rincón de las relaciones tu obra de arte favorita que represente una pareja de amantes o dos objetos que te transmitan una sensación amorosa.

Los propósitos de Año Nuevo están lógicamente indicados en estas fechas, pero asegúrate de que sean realistas y de no estar contradiciéndolos o otros elementos que mantienes en la casa; por ejemplo, si tienes el propósito de perder peso no mantengas los armarios de la cocina llenos de productos nocivos para tu salud y el frigorífico repleto de alimentos que no benefician a tu cuerpo.

El mapa de los deseos
Una herramienta que nos puede venir muy bien en el paso a un nuevo ciclo de cara a atraer lo que deseamos, es el “vision board” o mapa de los deseos. Si no lo conoces, puedes encontrar información y cómo construirlo en este artículo: El panel de los sueños. Trabaja con cariño, con claridad de intenciones y sabiduría en tu panel, y colócalo en el área de la casa más acorde con el contenido; si quieres poner en marcha un nuevo negocio, cuélgalo en la zona de la prosperidad o en el despacho de la casa (sería ideal que fuera el mismo sitio), si deseas mejorar tu salud, colócalo en el área de la misma o en el E o NE según uses el mapa bagua o la brújula para aplicar Feng Shui en los espacios de tu hogar.

Al final lo más importante es tener claridad sobre lo que queremos conseguir con este nuevo impulso, lo que deseamos de todo corazón atraer a nuestras vidas, y mantenernos positivos, con autoconfianza y espíritu creativo.