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Equilibrio de energías


La teoría del Yin y el Yang es una de las más antiguas de las escuelas chinas de pensamiento. La medicina china tradicional, las artes marciales, el Feng Shui, el I Ching y la cosmología del Taoísmo están basados en la dinámica Yin-Yang.


Según esta teoría, todo en el Universo está compuesto por dos fuerzas opuestas y profundamente interconectadas: el Yin (principio femenino) y el Yang (principio masculino). La interacción de estas dos fuerzas crea la esencia de toda la vida a nuestro alrededor. Una no puede existir sin la otra, a pesar de ser opuestas se alimentan y se apoyan mutuamente. La mejor representación de esta teoría es el conocido símbolo Tai Chi donde la parte oscura y la clara se ven estrechamente conectadas y donde cada una lleva consigo una parte de su contraria.

La energía del principio femenino Yin es suave, calmada, difusa, pasiva y silenciosa, está relacionada con la suavidad del agua, el misterio de la Luna, la oscuridad y el profundo silencio de la noche. La energía del principio masculino Yang se expresa por su oposición al Yin, es activa y luminosa, móvil y clara, y se relaciona con la luz cegadora del sol, con la solidez de la montaña y la luminosidad del día. Tu hogar necesita la presencia armoniosa y equilibrada de ambos para aportar bienestar, por lo que es importante comprender la aplicación práctica de estos principios aunque sea a un nivel básico.

Yin es la energía pasiva y relajada que necesitas en tu dormitorio para poder descansar, son los colores suaves, la música envolvente, el sonido del agua de una fuente y las imágenes relajantes. También debe predominar en el baño; piensa en un baño relajante con suaves esencias florales, una música relajante y la difusa luz de una vela para crear un ambiente curativo tras el estrés del trabajo. Sin embargo el elemento Yang debe estar presente; añade una nota en rojo, una imagen inspiradora, o un pequeño objeto con energía Yang en ambas estancias.

El Yang es la energía activa caracterizada por los colores fuertes, luces, movimiento... que necesitas en tu oficina, en la cocina y en una cena o fiesta con amigos o familia. También la sala de estar se beneficia del predominio Yang (piensa en fotos, libros, juegos, música más animada y colores más vivos que los predominantes en los ambientes Yin). Pero cuida que la energía no sea excesivamente activa añadiendo asientos cómodos, imágenes relajantes y notas de colores más suaves.


Ten presente que uno no puede existir sin el otro, ambos deben estar presentes en todos los espacios, pero siempre uno predominará mientras que el otro dará soporte y contraste. En la sociedad occidental tendemos a desequilibrar estas energías, damos predominio a la energía activa, móvil y cambiante de Yang mientras descuidamos o incluso a veces ignoramos u olvidamos por completo la calma, la pasividad y la energía relajante del principio Yin.

Crea un hogar donde ambos principios se encuentren presentes y en armonía, y estarás potenciando tu bienestar y equilibrio automáticamente.